Un remate hipotecario es el proceso por el cual una institución bancaria vende una propiedad que ha sido embargada debido a la falta de pago de la hipoteca por parte del propietario original. La Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros) define este proceso como una herramienta legal que los bancos utilizan para recuperar la deuda impaga a través de la venta de la propiedad en cuestión. Existen dos tipos principales de remates hipotecarios:
- Cesión de derechos litigiosos: El comprador adquiere los derechos sobre la demanda judicial que el banco ha iniciado contra el deudor de la hipoteca.
- Cesión de derechos adjudicatarios: El banco ha ganado el juicio de adjudicación contra el deudor y pone la propiedad en remate para recuperar las pérdidas por la deuda no pagada.