El sector de los remates bancarios ha cobrado relevancia como una oportunidad para adquirir propiedades a precios atractivos. Sin embargo, una de las principales preocupaciones de los compradores es el proceso de desalojo del deudor moroso y los tiempos que conlleva tomar posesión del inmueble. En este blog, abordaremos estos dos aspectos clave para ayudarte a comprender tu participación en este tipo de operaciones.
¿Qué sucede con el deudor moroso en un remate bancario?
Comencemos a entender, cómo sucede ser un deudor. Cuando una propiedad entra en remate bancario, es porque el propietario original no ha podido cumplir con los pagos de su hipoteca, lo que lleva al banco a iniciar un proceso judicial para recuperar el bien. En muchos casos, el deudor aún habita el inmueble al momento del remate, lo que puede generar cierta incertidumbre para los compradores.
El desalojo del deudor moroso es un paso fundamental para que el comprador tome posesión de la propiedad, pero este proceso puede variar dependiendo de la situación legal de cada paso.
- Compra con ocupante actual: Es posible que el deudor moroso aún esté viviendo en la propiedad, lo que significa que el comprador deberá esperar a que se realice un desalojo judicial. Esto implica que el nuevo propietario debe solicitar formalmente el desalojo, el cual se realiza a través de un juez.
- Compra de una propiedad desocupada: En algunos casos, el inmueble ya está vacío cuando se realiza el remate, lo que facilita la toma de posesión inmediata por parte del nuevo propietario. Esto reduce significativamente los tiempos de entrega y evita complicaciones.
Ya tenemos los dos escenarios en los que podemos encontrar un remate bancario, ahora ¿Cuánto tiempo puede tardar un proceso de desalojo?
El tiempo de desalojar al deudor moroso depende de diversos factores:
- Situación legal del inmueble: Si el proceso de remate fue judicial, ya existe una sentencia que autoriza el desalojo. Sin embargo, si el deudor presenta recursos o apelaciones, esto puede alargar el proceso.
- Colaboración del deudor: En algunos casos, los deudores cooperan y abandonan la propiedad tras el remate. En otros casos, es necesario proceder con el desalojo forzoso, lo que requiere la intervención de las autoridades.
- Carga judicial: El sistema judicial en algunas regiones puede estar sobrecargado, lo que podría retrasar el proceso.
- Procesos administrativos: Una vez que el inmueble está listo para su entrega. es necesario completar los trámites administrativos correspondientes. Esto incluye la inscripción de la propiedad en el Registro Público, el cambio de nombre en los servicios públicos y el pago de impuestos correspondientes. Estos trámites suelen tomar entre 2 y 3 meses adicionales.
En términos legales, el tiempo promedio para desalojar a un deudor moroso puede variar entre 3 meses y un año, aunque es importante tomar en cuenta los recursos legales que se presenten y la agilidad del sistema judicial. Esto es algo que los compradores deben tener en cuenta, ya que durante este tiempo, no tendrán acceso inmediato a la propiedad.